Existen varias definiciones y formas de llamarlo como «síndrome del trabajador quemado», «quemazón profesional», «síndrome del desgaste profesional» . Se define como una respuesta al estrés crónico en donde aparecen tres factores: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo, que puede desarrollarse en aquellos cuyo objeto de trabajo son personas en cualquier tipo de actividad.

El agotamiento emocional se refiere al sentimiento de estar sobrepasado y agotado en los propios recursos físicos, psicológicos y emocionales, lo que se expresa en la sensación de «no poder dar más de sí mismo» a los beneficiarios de su profesión. La despersonalización se refiere a la percepción negativa que desarrolla el profesional hacia quien atiende, la cual se traduce en una respuesta negativa, cínica, distante y fría hacia ellos; la reducción del logro personal se refiere a la disminución del propio sentimiento de competencia y en la realización exitosa del propio trabajo.

El burnout puede afectar tanto al individuo como a la organización. Al individuo le puede ocasionar problemas emocionales, presentando ansiedad, sentimientos de impotencia e irritabilidad, etc.; una actitud negativa exhibiendo apatía, conducta agresiva, dependencia al alcohol o problemas familiares; e índices somáticos como alteraciones cardiovasculares, problemas inmunológicos, sexuales, musculares, digestivos, etc., en cuanto a la organización puede afectar en el deterioro de la calidad asistencial, ausentismo laboral, tendencia al abandono de la organización, aumento de conflictos interpersonales, entre otros problemas.

Podemos reconocer tres grados:

  1. Se presentan signos y síntomas de agotamiento ocasionales y de corta duración que desaparecen a través de distracciones y hobbies.
  2. Los síntomas son más constantes, duran más y cuesta más trabajo sobreponerse a ellos. La “efectividad” se vuelve el objetivo del individuo, al mismo tiempo se vuelve negativa y fría con su entorno.
  3. Síntomas continuos, inician los problemas psicológicos y físicos llegando a la depresión. Aislamiento y pocas o nulas relaciones interpersonales. Incremento de la problemática familiar.

¿SE PUEDE PREVENIR EL BURNOUT?

Siempre y cuando el individuo esté consciente de sus capacidades y responsabilidades , así como que en su vida tenga un equilibrio entre trabajo y relaciones familiares, amistades, pasatiempos no debería causar mayor problema . “El desatender los valores internos y el de tu propia vida provoca estrés”. Debemos darnos tiempo para nosotros mismos. Siempre debemos recordar:

-La salud es eso que cuando se tiene no se valora y que se valora cuando no se tiene.

David Fischman

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